lunes, 10 de noviembre de 2014

Partida y Regreso: Se viene el relataso.

Me siento terriblemente avergonzado por los sucesos acaecidos ayer. Creo que nunca he tenido tamaña sensación de asco y vergüenza ajena como la que me invade en este momento. Tal vez sea mejor poneros en situación antes de entrar en detalles.

No hay mucho que contar sobre mí. Soy un pobre imbécil con problemas de autoestima y un nivel de alcohol en sangre que roza la ilegalidad permanente. Estoy convencido de que si hubiésemos ido a otro lugar eso me preocuparía, pero nos encontramos ahora mismo en territorio comanche. Nada más y nada menos que en la capital del espetec, la butifarra y la barretina.

No, no hablo de Villahermosa de Abajo. Incultos de los cojones. Hablo de Barsalona.

¿Que me ha traido aquí? Bueno, en verdad escribí recientemente unos versos dedicados a ello, pero su aceptación fue más bien... lamentable, por decirlo de algunas maneras. Tengo aun a un grupito de poetas, de estos que se dedican a escribir como si tuviesen un tulipán metido por el ano, debajo de mi casa. Insisten en darme de hostias y reconvertirme en un votante de Podamos, Jodemos, o como se llame. Ni que decir tiene que tengo que esquivarlos cada mañana con maestría y discrección, no vaya a ser que a uno se le vaya la chapa más de lo normal y me acabe dando sermones sobre como escribir una sinécdoque para que concuerde con una metonimia.

El caso es que me encuentro actualmente en Barsalona y soy un consumidor compulsivo de bebidas espirituosas. No revelaré mi nombre, pues en malas manos alguien tendría poder sobre mí, así que para vosotros seré el Guardián entre el Centeno. O Sediento. ¡Jo! Mejor Sediento. Es más sutil.
Pues bien, vuestro querido narrador aquí presente y unos cuantos muchachos de procedencia bastante barriobajera, amigos míos todos, decidimos rescatar a Rocoso de las garras de la Generalitat (Rocoso es otro de nuestros amigos, por si algún lerdo no lo tiene claro. Que hay que explicároslo todo, leñe)

Decidimos fijar la partida a Barsalona el 14 de Agosto, fecha ideal para todo aquél que desee hacer un viaje en familia a Salou, Torrevieja o a cualquier otra provincia de Alemania. Hicimos un grupo de guasap para organizar los últimos flecos del plan que teníamos en mente e hicimos la lista de la compra:

- Hemoal
- Hemoal Junior para Styncat
- Sobrasada de Mallorca
- Disuasor de posibles autóctonos agresivos (lo que viene a ser una hucha)
- Audispray
- Audispray Junior para Styncat
- Cola cao
- Cola cao Turbo para Styncat

El resto de las cosas las dejamos a cargo de Babibel, que tiene una mochila con un bolsillo mágico, como el gatete cabezón ese de los dibujos. Te saca desde cuerda de pita hasta un buque de 20 metros de eslora en lo que tardas en pelar una gamba.

Una vez listos los preparativos, esperamos pacientemente a que llegase el día G (por gay. No es que seamos gays, es que por lo visto coincidió con la jornada gay en Barsalona y la ciudad estaba poblada por gente fuerte, depilada y atractiva. La autoestima a tomar por culo, claro. Nunca mejor dicho).

Los días han pasado lentamente, pero aquí estamos por fin. Y lo que ocurrió ayer... meh. Dios. Que asco me doy. Tendría que contaros toda la historia desde que salimos de casa hasta ahora, y no me siento con fuerzas...

Lo justo, sin embargo, sería que os introdujese a todos los protagonistas de esta rocambolesca odisea.

- Sediento: Yo.

- Pablemos: Un tipo muy alto y desgarbado. Tiene una ligera fijación hacia Babibel, pero se lo achacamos a las drogas. Sí, consume drogas. De todos los colores y sabores. Como nota diré que no me deja poner la bandera de Espiña en el balcón por miedo a represalias. El más sensato del grupo con diferencia.

- Gruñón: Aunque ya no gruñe tanto, las tradiciones no se olvidan. Casi tan largo como Pablemos, pero no tanto. Se pasa el puñetero día con la cámara de fotos que le robó a una pobre señora en el metro a golpe de bastón, previamente robado a la propia señora. Madruga demasiado. Preocupantemente. Se rumorea que es vampiro o alguna cosa de esas.

- Revoloteos: Lleva sin revolear mucho tiempo, desde que se casó concretamente, pero aun nos deja esos ademanes saltarines que harían palidecer al ballet ruso. Tiene una barba prodigiosa en la que guarda pistachos y sobrecitos de ketchup como provisión. Se dedica, normalmente, a repartir ingeniosos comentarios despectivos hacia tu persona. Encantador.

- Babibel: Lo dicho anteriormente. Tiene un bolsillo mágico y una gran capacidad para sacarte de quicio con su sempiterna sabiduría. Dice que es médico, pero se pasa las "horas de clase" jugando al cocodrilo sacamuelas (con gran habilidad, todo hay que decirlo).

- Styncat: La mascota del grupo. Lo trajimos porque nos oyó hablando del viaje y nos amenazó con arrojarnos heces si lo dejábamos en Madrid. No suele morder, pero hay que vigilarle cuando se ducha o provocará una inundación seguida de un espectáculo de títeres bastante siniestro. Mejor me ahorro explicaros con que material los hace.

- ET: Más largo que Gruñón, pero menos que Pablemos. Es un tipo bastante peculiar. Cuando está sobrio, suele tener un comportamiento razonable e incluso hasta paternalista. Cuando está ebrio, birla adoquines y los lanza por encima de los tejados berreando improperios y se esconde bajo las faldas de las damas con el pretexto de que allí ha perdido sus lentillas.

- Seta: Es tranquilo y paciente a priori, pero no os dejeis engañar por su aparente estaticidad. Resulta que es un titiritero en la sombra, instigador de odio y provocador de conflictos a gran escala. ¿Acaso os pensabais que lo de Gaza era por motivos religiosos? Inocentes... entre sus múltiples cualidades se encuentra el lanzamiento de bombas de humo.

- Pringles: Es el asesor legal del grupo. Tiene un problema con el alcohol equiparable al mío y una dialéctica equiparable a la de Rajoy (aunque escupe menos). Con un don para las rimas obscenas y una mala uva de aupa, nos aconseja constantemente sobre lo que esta bien y lo que está mal para luego hacer lo que le sale del morcillo.

- Brasas: El hombre multiusos del grupo. Capaz de componer como Boticcelli y de cantar como Sinatra mientras cocina como Jordi Roca y folla como Nacho Vidal. Habla demasiado y gesticula demasiado, pero le queremos tal y como es. Experto en imitaciones grotescas y amante de los teleñecos.

- Rocoso: Nuestro amigo cautivo. Está muy fuerte, eso no lo podemos negar. Es muy atractivo, eso no lo podemos negar. Tiene un mentón hercúleo, eso no lo podemos negar. Pero no es capaz de mantener la pilila en los pantalones ni aunque su objetivo tenga un cepo para osos, de esos puntiagudos, entre las piernas. Tenemos que rescatarle.


Aquí concluye la presentación de los protagonistas. Agarraos, que vienen curvas.

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