miércoles, 5 de marzo de 2014

Los tres ejes de las mujeres: El cariño

¡Huy tú, maja!

El Sr. Simpático, dando muestras de cariño.



Todos sabemos que el cariño es, en parte, el más difícil de conseguir y el más complejo de los 3 ejes de las mujeres. Por eso empezamos por él, pues una vez conseguido, los otros dos no parecerán tan duros y agonizantes.

El cariño se define, basicamente, como una herramienta de confianza. No es lo mismo dar muestras de cariño cogiéndole del pelo a tu amada mientras le bufas cosas obsecenas al oido y te agarras de su tetilla. Eso queda censurado para los consejos de alcoba. No. Y tampoco me refiero a tener detalles bonitos, a plancharle las bragas, a decirle que no está gorda o a ponerle una chaquetilla encima cuando tiene frío. Mariconadas. Nosotros sabemos que si alguno de esos momentos de calzonería se repite con asiduidad, nos convertiremos en carne de cañón para sus quejas y sus conflictos paternofiliales. Hay que evitarlos a toda costa.
¿Que tiene frío? Haber salido con una chaqueta.
¿Que se siente gorda? No haber comido brownie. NUESTRO brownie. Ellas nunca pedirán postre, se dedicarán a coger el nuestro sin preguntar antes.

El cariño va mucho más allá de estos puntos claves. Se puede ser detallista, sí, pero salvando las distancias del decoro y la pagafantería. 

Por eso, el cariño entra en conflicto con los otros dos ejes. Mientras que la Comprensión y la Polla hay que dárselas de manera diaria y en cantidades industriales, el cariño tiene que venir en pequeñas dosis y muy de vez en cuando, no vaya a ser que se acostumbre. Unos mimos por aquí, un poco de bisutería por allá, un breve periodo de abstinencia y tenemos el efecto que pretendíamos. Una relación plena, segura y satisfactoria. 

Ahora bien, un acto de especial cariño requiere atención y esfuerzos. Hay que halagar al mismo tiempo que se critica, para lograr un efecto rebote. Ellas nos van a destripar como hienas en ayunas si no logramos encontrar el equilibrio, ya sea en exceso o en escasez. 

- Si se agobia facilmente, tenderá a necesitar menos Polla y más Comprensión.
- Si se siente desatendida, tenderá a necesitar más Polla y más Comprensión.

Y en ambos casos, no tiene por qué ser tu Polla y tu Comprensión. 

El cariño regula nuestro PH parejil. Como el beberse una buena cerveza tras una jornada de agotador curro o cascársela cual babuino en los baños de una gasolinera tras ver que ha bajado el precio del diesel. 

Y ahora llega la clave, el momento esperado: ¿Que pasos hay que seguir para tener ese equilibrio?

1.- Ahorra para ella, pero gástalo en condones. De los buenos, de los Durex con motitas de esas que hacen cosquillas en el glande. Si eres de los que lo hace a pelo, compra flores y ponlas en tu habitación. Le dará un aire muy varonil.

2.- Acariciala tras el sexo, pero quédate dormido al rato. Así, sin más. Haz como que pierdes la consciencia y desplázate a tu lado de la almohada. Murmulla una incoherencia para que piense que has dicho su nombre. Como mínimo, que se quede con la incertidumbre. 

3.- Ten detalles, estilo notitas, guasaps románticos, muestras colonias caras, pero dile que también se los haces a tu madre. Un refuerzo positivo es hacer enemigas a la suegra y a la nuera, pues así lograrás atención y más tuppers de croquetas.

4.- Dale besos en lugares públicos, pero nunca le cojas de la mano sin que ella haga el gesto de querer hacerlo. Es importante que sea ella la que necesite marcar territorio, pues eso te abre muchas puertas a la hora de la Comprensión (vease más adelante).

5.- Mírala con deseo cuando se pruebe un modelito, pero haz un breve y subliminal comentario negativo ante él. Si queremos conservar la vida o los testículos, es IMPORTANTE que sea breve. Muy breve. Reservaos un doble sentido del mismo por si las cosas se tuercen.


Esto es todo lo que puedo decir del cariño. Hemos avanzado un pequeño paso hacia la sabiduría infinita que guardan "Los 3 ejes de las mujeres (y otras teorías sobre el amor)"


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