miércoles, 19 de febrero de 2014

Resolviendo el teorema (7): Ciclogénesis escrotal.

Tenía frío en el escroto derecho. Sí, es muy feo empezar así una nueva entrada de este estremecedor y a la vez completamente verídico relato, pero es que no os imaginais las corrientes que había en el Palacio de los Blitzers.

Todo estaba cubierto de hielo, desde las desgastadas paredes hasta los mocos de la pobre Tequilas, que se estremecía en cada paso que daba mientras gemía de forma indecorosa.

Nos habíamos adentrado en ese lugar fantástico atravesando pantanos, montañas y acantilados. Incluso tuvimos que pasar por debajo de la falda de una giganta ninfómana con serios problemas de higiene corporal. Aquello apestaba tanto como el sobaco de Pipi Estrada tras una discusión en Telecirco.

No faltaba mucho para llegar, o al menos eso decía Tequilas. Mis vaqueros se habían reducido a un trozo de tela que habría hecho parecer a una cubana en topless una monja de clausura. Y claro, teniendo en cuenta que el palacio estaba hasta arriba de hielo, pues como que sentía un ligero escozor helado. No voy a dar más detalles, pero no se lo deseo a nadie en este mundo. Bueno, sí, al cabrón de Timmy.

El caso es que cuando hace mucho frío, mi testículo derecho, el que tiene un compartimento secreto para guardar llaves, mandarinas y rollos de cobre. Es muy útil, pero tiene sus desventajas. Una de ellas, y en este caso estaba sufríendola en carne viva, es que mis espermatozoides, que circulan por el huevo como si fuera una autobahn de esas alemanas, se revolucionan y giran a una velocidad centrípeta homologada del infierno. Esto provoca dos acontecimientos:

- Dolor. Mucho dolor.

- Ciclogénesis. es el desarrollo o la consolidación de la circulación ciclónica en la atmósfera (un sistema de baja presión).Se trata de un término paraguas para varios procesos diversos, todos los cuales dan lugar al desarrollo de una cierta clase de ciclón. Puede ocurrir en varias escalas, desde la microescala a la escala sinóptica. Los ciclones extratopicales forman ondas a lo largo de los frentes antes de ocluir más adelante en su ciclo vital como ciclones de núcleo frío. Los ciclones tropicales se forman debido al calor latente conducido por actividad de tormenta significativa y son de núcleo cálido. Los mesociclones se forman sobre tierra como ciclones de núcleo cálido y pueden conllevar a la formación de tornados. También formadas a partir de mesociclones son las trombas marinas, aunque a menudo se forman a partir de ambientes de fuerte inestabilidad y cizalladura vertical baja.

Esto viene a decirnos que cuando algo gira muy deprisa en tus huevos, pues lo mismo te puedes quedar en el sitio. Imaginaos que una batidora con muy mala uva se te arrima a la zona baja y se enciende como por arte de magia. Pues eso es lo que me ocurre a mí cada vez que un viento helado sopla cerca de mi bajovientre.

Esto lo descubrí cuando perdí mi primera virginidad. Se me ocurrió, tonto de mí, que las esquimales eran hembras de bien, con buenas caderas para parir hijos y una subvención del estado muy curiosa. Total, que me subí al polo norte (o me bajé al polo sur... bueno, vienen a ser la misma mierda) y me trajiné a una peluda pero hermosa nativa encima de un iglú. Podeis pensar que soy un héroe, y de hecho, fueron los mejores 5 segundos de mi vida. Pero claro, el percal es el siguiente...

La ciclogénesis que se había formado en mis pelotas salió disparada como si el mismo Buda me hubiese señalado con su todopoderosa mano. La esquimal salió volando unos 300 metros en dirección a Paraguay, con tan mala suerte que aterrizó en una comisaría de la zona (la única puta comisaría de la zona). No pude ocultar el cadáver, claro, y me metieron entre rejas. Logré salir a los 30 años y para recuperar el tiempo perdido busqué la Fuente de la Juventud junto con Jack Sparrow y Batman (el interpretado por Val Kilmer, que es el más molón), teniendo que matar a Jordi Hurtado por el camino y a demás seres atemporales... pero bueno, esa es otra historia.

Me he perdido. ¿Por donde iba? Ah, sí, por el palacio de los Blitzers.

Tequilas y yo atravesamos el umbral hacia la gran cámara. Las gentes de la zona, muy simpáticas, nos hacían calvos al pasar y meneaban las caderas a un ritmo muy sabrosón.

- ¡Marisa Sedienta! - Gritaban - ¡Marisa Sedienta!

Era muy espectacular verlo. Grabé sus gestos por el móvil, pero tuve que parar porque Tequilas me agarró de la oreja y me llevó a través de un largo y ancho comedor, iluminado por antorchas de pellejo humano. Empecé a acojonarme. ¿Me iban a desollar otra vez? ¿No había sido suficiente cuando aquél pakistaní del Corte Inglés me había pillado robando calcetines?

Llegamos a una gran puerta de oro macizo, con incrustaciones de plata y estiércol. Tenía grabados que presentaban escenas mías en mi vida cotidiana. Comprando azúcar, librando a las gentes del lugar de un molesto dragón transexual, leyendo la biografía de Belén Esteban, mezclando orina con potasio para crear magdalenas... era muy impresionante.

- ¿Es aquí? - Le pregunté con miedo a Tequilas

- Sí, aquí es - Me respondió - Péinate y se un buen chico. Los sabios de la Cámara de los Tópicos son muy estrictos con el aspecto físico de una persona. Con que tengan la más mínima sospecha de que eres pobre, te lanzarán a las morsas asesinas y se quedarán con tu premolar.

- ¿Con mi premolar? - Repliqué asustado - ¡Eso jamás!

Saqué un peine de mi escroto y me lo pasé rápidamente por el pelo, dejando mi aspecto como uno de los niños del coro. Tequilas sacó unos pantalones de Buda sabe donde y me encontré por fin mucho más presentable. Y lo mejor es que la ciclogénesis había parado por fin. Me sentía con fuerzas para afrontar lo que fuese.

- ¿Estás listo?

- ¡Lo estoy! ¡JODER SI LO ESTOY! ¡DONDE COJONES ESTAN ESOS SABIOS QUE ME LOS VOY A CEPILLAAAAARHGL...!

Abrí la puerta de la Cámara de los Tópicos de una patada, dejando a la desmayada Tequilas a mi lado y le lancé a los brazos de la primera persona que ví. Era un hombre muy largo, barbudo, y en la mano sostenía un pincel. Me miró mi babeante y desquiciado rostro con horror.

- ¡Soy el Guardían de la puerta de los Tópicos! ¡Me debeis una cierta cantidad de salario y un seguro antitornados! - Berreé al personal, dejándolos a todos rociados de saliva y bilis.

El hombre se sobrepuso, me lanzó al suelo de una patada y se levantó. El cabrón rozaba el techo con su cabeza. Los otros 3 se levantaron también, dos hombres y una mujer.

- Bienvenido, Guardián. Somos los sabios de los Tópicos. Es la hora de recuperar tu habitación y mandar a Timmy al lugar que le corresponde. - Dijo el morlaco de 3 metros. Tenía una voz de ultratumba que me intimidó al principio, pero me recompuse enseguida. Después de lo que había pasado, quería respuestas. Necesitaba respuestas.

- ¿Y cual es ese lugar? - Pregunté de forma desafiante

- Su lugar... está aquí. Pertenece al Fregadero. Es el heredero del trono del Tópico. - Señaló una taza de váter que debía de llevar años sin limpiarse - El es... tu hermano.

Me estremecí. Iba a ser un día más largo de lo que pensaba.









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